Ese catire bello
Parece mentira cómo pequeños cambios pueden influenciar nuestras emociones; la manera en que vemos la vida en un momento dado.
Hoy fue uno de esos días en que no importaba que desastre pudiera pasar, NADA me borraría la gran sonrisa de la cara.
Esta mañana me levanté mas tarde de lo normal. Dormí muy bien, algunos sueños que apenas recuerdo ahora, pero desperté descansada y energética.
Pero no con el tipo de energía que normalmente me levanto. Ésta era una energía pura y alegre.
Un renacer. Un cambio. Algo diferente. No sé cómo explicarlo.
Me encontré con el sol, ese catire bello que hace ya tiempo no se sentía tan fuerte.
Hoy estaba en su esplendor absoluto: Grande, glorioso y orgulloso.
Y alumbró todo a mi alrededor. No sólo en el plano físico, sino también en esos pequeños rincones de mi ser donde a veces no entra ni aire fresco.
Mis miedos se calcinaron al instante. Mi esperanza creció cual matica que la riegan diariamente.
Entre tantos cambios por suceder en mi vida, pienso ahora que valió la pena esperar por días como éstos, para tomar decisiones finales bajo la luz del sol.
Al final del día muchas buenas nuevas llegaron a mí.
En el ámbito profesional: Varias ventas se han hecho, y los nuevos proyectos comenzaran su construcción muy pronto.
En lo personal: me comuniqué con alguien super especial, quien estuvo en el exterior por suficiente tiempo cómo para añorar su presencia. Me contentó muchísimo nuestra renovada conexión.
En lo espiritual: Por que no SIENTO oscuridad. Ni miedos, ni dudas.
Tambien estoy contenta porque tengo 34 horas sin fumar.
La vida es bella. Gracias a mi catire por salir tan Majestuoso como nunca!